Templo del Sol Ortega Maila
Un lugar mágico en el Centro del Mundo
La Mitad del Mundo es uno de los lugares más codiciados por los turistas que visitan la ciudad de Quito, pues con el pasar de los años se ha vuelto una tradición el pararse en los dos hemisferios de nuestro planeta y llevarte una foto de recuerdo de este gran momento.
A pocos minutos de este monumento se encuentra el Museo Templo del Sol Ortega Maila, un lugar que fusiona en perfecta armonía el culto de reverencia al sol y la cultura ancestral dejada como herencia por nuestros antepasados.
Al ingresar te encontrarás con un gran edificio de piedra rodeado por imponentes esculturas que representan a los Incas que poblaron nuestro territorio y animales que eran objeto de culto de la época. Luego de una breve bienvenida se dará paso a una presentación de danza ancestral y una limpia a base de palo santo para sus visitantes quienes luego de un reso y con la palabra “Llupac Chani” liberan las malas energías e ingresan al templo sagrado.
Nuestro recorrido comienza por un pasillo de piedra que conduce a un Gran Salón con una olla central donde, si tu quieres, puedes arrojar alguna moneda u objeto para recibir la bendición y la buena suerte; en el centro una gran vara que nos obliga a mirar hacia arriba y apreciar la mística Máscara del Sol, en la primera planta encontraremos el legado de los antepasados y como ellos expresaban su forma de vida dejándose guiar por el astro mayor, que no solo indicaba el momento perfecto para la cosecha, sino que determinaba los cambios energéticos como lo son el equinoccio y el solsticio.
Luego nos dirigimos a un salón contiguo repleto de esencias, atrapasueños y otros objetos que reproducen sonidos de animales como el jaguar o los sonidos de la lluvia y el viento, en este lugar iluminado con una luz tenue donde podrás sentir la paz y la tranquilidad además de percibir un aroma suave y delicado. Aquí los guías del lugar nos pedirán que cerremos nuestros ojos y realizarán una meditación con esencias de diferentes olores y sonidos que convertirán esta experiencia en un viaje imaginario a la época de los antepasados además de una terapia para el cuerpo y el alma. Al salir de ahí continuaremos el recorrido por el segundo y tercer piso que es un museo de arte del Maestro indígena Cristóbal Ortega Maila, quién a través de la dactilopintura o pintura con los dedos o esculturas de piedra nos muestra varias realidades expresadas en impresionantes obras de arte que parecen tener vida propia.
Al final de nuestro recorrido conoceremos al artista quién, acompañado de un refrescante té de coca, nos explicará sobre su trabajo y deleitará a los asistentes con la realización de una obra de arte impresionante en probablemente 3 minutos… sí lo leíste bien 3 minutos. Por algo es el ganador de un Record Guiness al haber pintado 100 obras en una hora.